jueves, 27 de agosto de 2015

Una cena en París

Cada 5 de Enero, mis amos tienen una cita para celebrar que tal día como aquel, del año 2000, tuvieron su primera cita. No salen mucho, pero cada 5 de Enero eligen un restaurante al cual no irían el resto del año, y se van a cenar.

Solo una vez, en 2011, no eligieron restaurante, ni se pusieron guapos para ir a cenar, pero lo celebraron comiendo un bocata de tortilla en la habitación de un hotel... en París.


Fue casualidad. Mi ama se pasa la mitad de su existencia planeando viajes, buscando ofertas, soñando con mil destinos... Y en una de esas búsquedas encontró un vuelo barato a París, justo en la fecha de su aniversario. El vuelo, de dos personas, ida y vuelta a París, les costó 150€. Ryanair, sí, pero París.

A mí me tuvieron que dejar en casa, pero no por eso no voy a poder contar su viajecito, porque me lo han contado cientos de veces. Por cierto, si os lo preguntáis, cuando me dejan en casa, en mi ambiente, vienen mis tíos y/o mi abuela humana a sacarme a pasear y estar conmigo un buen rato, tardes enteras incluso, es como si se fueran a trabajar.

¿Os lo cuento?

Pues bien, empezaré contando que, para no molestar a nadie para llegar al aeropuerto, dejaron el coche aparcado en Manises, en una calle cercana al metro, y de allí cogieron el metro hasta el aeropuerto.

Ya sabéis cómo es ryanair, y en Enero, con el frío que hace, os podéis imaginar lo calentitos que iban mis amos. En la maleta llevaban lo justo para no tener problemas de peso y medida, y puesto llevaban todo lo ponible: botas, leotardos, pantalones, camiseta térmica y todas las capas capaces de soportar, abrigo, gorro, bufanda, guantes... Se pasaron medio vuelo quitándose ropa. Pero valió la pena porque antes de embarcar pasaron las azafatas a pesar y medir las maletas en su cacharrito con ruedas.

A las 19:15h salió el avión, y en cuestión de algo más de dos horas aterrizaban en Beauvais.

He de decir que mis amos no tienen ni idea de francés. "Tó" chulos ellos! Mi amo entiende algo si lo lee, pero hasta ahí. Y mi ama se aprendió cómo pedir agua en el restaurante y poco más.

Salieron del aeropuerto siguiendo a todo el mundo, no había pérdida, casi todos se dirigían al autobús. Al comprar los billetes, mi ama se dio cuenta de que era vergonzoso hablar allí en español, pero no tenía más opción. Eso y señas, pagar y pedir que te trague la tierra. Gracias.

Y viaje en bus hasta París. Lo tenían bien estudiado, o más bien mi ama era la que lo tenía todo estudiado. Al salir cogieron el metro en Porte Maillot, pero antes estuvieron peleando con la máquina porque querían coger los billetes para los 3 días, pero al final decidieron coger el normal y al día siguiente seguir peleando.

Querían ir a ver la Torre Eiffel antes de ir al hotel, celebrar así su aniversario, pero estaban tan cansados que decidieron ir al hotel a descansar. Transbordo en Bastille, y bajada en Bréguet-Sabin.

Aquí es cuando yo me troncho porque me los imagino cagados de miedo al verse en medio de la ciudad sin saber hacia donde dirigirse, en plena noche, lloviendo y con las maletas. Se resguardaron en un portal y más calmados consultaron el mapa, y porque lo tenían estudiado, decidieron probar suerte en dirección norte (aproximádamente). Y acertaron, menos mal.

El hotel era un Ibis, en la zona de la bastilla. Una habitación pequeña con un baño minúsculo, pero aseado. Por fin, se quitaron toda la ropa que llevaban encima y se comieron el bocata de tortilla!


La mañana siguiente despertaron bastante pronto, tenían pagado el desayuno tipo buffet (café de máquina, croissants, napolitanas,cereales, zumos, creppes, tortillas, fruta, pan, etc, etc…) y a las 9h estaban saliendo a la calle a descubrir París a la luz del día.

Volvían a llevar capas de ropa encima porque hacía mucho frío, y seguía lloviendo, por lo que al final acabaron comprando un impermeable y olvidándose del paraguas. 

Andaron tanto, tanto, tanto... que mejor que contarlo, os lo enseñaré:


1. Hotel Ibis Bastille Opera. Salieron del hotel y caminaron, pasando por...

2. Bastilla, hasta que se equivocaron y caminaron en dirección contraria, cogieron el metro y llegaron a...

3. Hotel de Ville. De ahí, andando a...

4. Notre-Dame. y luego al...

5. Louvre. Donde quisieron entrar a ver la pirámide invertida, pero sin entrada, y no pudieron por la cantidad de gente que había. Continuaron paseando por...

6. Jardines de Tulleries. Desde donde atisbaron por primera vez la Torre Eiffel, inconfundible. Pasearon hasta que vieron un...

7. Café, donde se tomaron un chocolate calentito y unos creppes a las 13h. No me preguntéis cómo lo pidieron porque ni ellos lo saben. Una vez recuperados, continuaron andado hasta la Plaza Concordia y de allí a...

8. Madelein. Foto. Foto. Y a...

9. Ópera. Uy, si ahí detrás está...

10. Galeries Lafayette. Mi ama necesitaba tiritas para los pies, ya tenía ampollas y rozaduras (llevaba calcetines de nieve, plantillas térmicas y botas de nieve de su hermana, de cuando se fue a Berlín, quizás lo cuente!). Y volvieron a Concordia para enfilar de principio a fin...

11. Champs Elysees. Mi amo quería ir a ver el Arco del Triunfo, y como en París los edificios y monumentos son tan gigantescos, pues lo veía todo cerca. Mi ama le decía: vamos a coger el metro que son un par de paradas. Y mi amo: Pero no ves que está ahí mismo? Mi ama miraba el mapa y decía: no, no, parece pero no... Pero como finalmente no cogieron la mobilis para ese día, mi amo quería ahorrarse el viaje, así que siguieron andando hasta que se encontraron un...

12. Quick. Eran las 17h y aun no habían comido, así que entraron a este restaurante de comida rápida del cual habían oído hablar. Lo gracioso vino para pedir la comida. Mi ama le dijo: español? y ella le dijo: no... francés, inglés, y alguno más. Mi ama dijo dudando: inglés? Y con el poco inglés que sabía (ahora ha mejorado un poco) pudieron pedir la comida. Comieron, se descalzaron, descansaron, fueron al wc, y cuando recuperaron fuerzas salieron de nuevo a la calle. Había anochecido, y les quedaba un buen tramo para llegar al...

13. Arco del Triunfo. Impresionante lo grande que es. Después de pasar por debajo, hacerse fotos y demás, cogieron el metro (ahora sí) hasta...

14. Trocadero. Desde aquí, mi ama hizo una foto con su cámara compacta, a pulso, de la Torre Eiffel, que tenemos colgada en el comedor de casa. Cansados, pero ya frente a la Torre Eiffel, pasearon hasta el río haciendo el tonto (no me preguntéis qué hicieron porque solo se ríen cuando lo cuentan, pero seguro que era todo fruto del cansancio). Les quedaba algo muy especial...

15. Crucero por el Sena. Llevaban idea de coger un barco en concreto porque hacían los comentarios en español, pero para eso tenían que ir algo más lejos, así que cogieron Les Vedettes, y se sorprendieron cuando escucharon los comentarios en español. Seguía lloviendo, no dejó de hacerlo en todo el día, y era de noche, pero aun así disfrutaron del paseo y aun les dio tiempo a ver la iluminación de la Torre Eiffel a las 19h en punto desde el barco. El trayecto duró una hora, dio la vuelta antes de llegar a la isla, y les dejó en el mismo sitio donde habían subido. Entonces se acercaron a...

16. Torre Eiffel. Tenían la visita pagada para el día siguiente, pero no quisieron desperdiciar la oportunidad de verla de noche y hacer unas fotos. De allí cogieron el RER y volvieron al...

1. Hotel. A ducharse y cambiarse antes de irse a cenar al...

17. Barrio Latino. Pero como se les había hecho muy tarde, solo encontraron abierto un McDonalds que cerró sus puertas cuando acababan de pedir. No les apetecía nada volver a comer comida rápida, no están acostumbrados y les pasó factura, pero no podían elegir. Después de cenar, dieron una vuelta por el barrio y por la Île de la Cité, y volvieron a coger el metro para volver al hotel. La sorpresa vino cuando en la estación de transbordo, les dijeron que tenían que salir porque la estación iba a cerrar, no pasaban más trenes. Tenían entendido que habían trenes hasta las 2h, pero no fue así, y por miedo a lo que les pudiera costar un taxi, caminaron unos 3km hasta el hotel, totalmente extenuados, y cayeron rendidos sobre la 1:30 de la madrugada. Según google maps, ese día hicieron unos 18km a pie.

Evidentemente, al tratarse de un viaje relámpago, una cena larga, no pudieron entrar a la mayoría de sitios, que solo vieron por fuera, pero a pesar de ello, del esfuerzo y del cansancio, no se arrepintieron y se enamoraron igualmente de una ciudad gris y lluviosa.


El día siguiente consiguieron abandonar el hotel a las 10h de la mañana, tras desayunar con malestar por la comida rápida, y habiendo dejado las maletas en las taquillas del hotel (3€/6horas).


1. Hotel. Cogieron el metro en Bréguet-Sabin, después de comprar la mobilis para que no se les hiciera tarde, transbordo para coger el RER y a...

2. Torre Eiffel. Tenían la entrada a las 11:30h, como llegaron con tiempo de sobra dieron un paseo por...

3. Champ de Mars. Paseo y vuelta a...

2. Torre Eiffel. Subieron sin hacer cola en la hora prevista. Las vistas son impresionantes. Cuando bajaron se fueron a comer a...

4. L'Auberge de Saint Severin. En el barrio latino. Un restaurante que les habían recomendado y donde comieron por 27€ los dos, comida de menú. Aquí fue donde, después de que mi amo pidiera "drinki" o "eau du grif", fue mi ama la que pidió "cagaf dó silvuplé" tal como le habían enseñado. Aquí comieron con una gata, Penélope, conocida en tripadvisor por ser asidua. A mis amos les hizo gracia y no les molestó, pero mi ama, alérgica a los gatos, salió con una buena congestión. Después de comer, volvieron a coger el metro (ese día sí aprovecharon el transporte público porque tenían menos horas para recorrer París), y se fueron a...

5. Montmartre. Muro de los Te quiero (Le mur des je t'aime). Una curiosidad que vale la pena contemplar. Pasearon por el barrio de camino a...

6. Sacre-Coeur. Cogieron el funicular. Tampoco entraron, pero las vistas, las famosas escaleras y el ambiente, aunque lluvioso, valió la pena. Se les acababa el tiempo, tenían que volver al...

1. Hotel. A por las maletas. Y con ellas, caminando, fueron hasta...

7. Place des Vosges. Una plaza con encanto. La última parada antes de coger el bus que les llevaría a Beauvais de vuelta a casa. Menos horas y más transporte, ese día solo andaron 6km.


A las 21:50h estaban en el avión. Agotadísimos y, de nuevo, abrigadísimos. Pero felices de haber vivido esa experiencia. La mejor cena de aniversario. Mi amo se despidió de París prometiendo que volvería con más calma y más días. Mi ama sigue creyéndoselo y se lo recuerda de vez en cuando.

Al llegar a Valencia, volvieron a por el coche a pie, ya que el metro no funcionaba a esas horas, pero por suerte no estaba lejos, y enseguida vinieron a casa a verme. Mejor no os cuento lo que parecían al día siguiente, y al otro, y unos días más tarde hasta que se recuperaron.

lunes, 24 de agosto de 2015

Atardecer en Playacan Gandía

Aunque no podemos considerarlo como un viaje porque la tenemos a menos de una hora de casa y la excursión dura apenas unas horas, tengo la necesidad de venir a contaros que ayer fuimos todos a la playa.


Con esta, creo que es la tercera vez que vamos a Playacan, en Gandía, la única playa para perros de la comunidad valenciana.

El año pasado fuimos un par de días entre semana, llegábamos a las 9, no había casi nadie, nos bañábamos, almorzábamos y en una hora o dos, nos íbamos a casa, donde me esperaba la ducha para quitarme toda la sal, que luego me pica todo.

Este año aun no habíamos podido ir. Queríamos ir por la mañana otra vez, pero como no podía ser, por la tarde, sin planearlo, cogimos cuatro trastos y para allá!

Llegamos a las 20h, al atardecer, y estaba lleno de perros con sus familias, se veía claramente que en la parte de playa que no es para perros apenas había gente, pero en la nuestra había bastante, y eso que ya se había ido mucha gente y pudimos aparcar sin problemas.


Esta vez no habían estacas, las otras veces las estaban poniendo cuando llegábamos, pero hoy no habían, no sabemos por qué. Además, vimos a muchísimos perros sueltos (la norma es que vayamos atados, cosa que me molesta mucho porque si no necesito correa para pasear, no entiendo que deba llevarla en mis momentos de ocio), a mí me llevaron con correa pero me la quitaron un rato para tomar el sol.

Lo primero que hicimos fue meternos en el mar. Ahí si que necesitan mis amos la correa, porque como soy una cagueta, me cuesta entrar, pero luego demuestro que soy muy buena nadadora y me encanta nadar con mis amos.

Nadamos los tres juntos, de amo en amo, o en brazos de mi amo, que me coge por la panxeta para que descanse pero no sé cómo parar mis patas. Aun así, si se despistan tiro para la orilla, pero enseguida me llaman y me toca dar media vuelta. Ayer no me llevé las pelotas para jugar, así que no alargamos mucho el baño.


Tras descansar un rato tomando el poco el sol que quedaba, y esperar a ver si me caía algo de la merienda-cena de mis amos, volvimos a bañarnos, pero al salir sí que hacía frío y nos fuimos directos al coche, que ya se estaba haciendo de noche.

Si a la ida iba todo el tiempo mirando por la ventanilla, a la vuelta ni me enteré, me quedé dormida al instante.

Bueno, y la llegada a casa como siempre: ducha, paseo, cama. He dormido taaaan agusto esta noche, que ni me he levantado para ir a saludar a mi amo cuando se iba a trabajar.

Nos encanta ir juntos a la playa, de hecho mis amos no van sin mí, y estoy segura de que si la tuvieramos más cerca iríamos más. Deberían haber más playas para perros, con el éxito que tiene Playacan, seguro que triunfan. 



sábado, 22 de agosto de 2015

Escapada V: Oliva, un poquito de playeo.

En verano huímos del calor. Siempre que podemos escaparnos de fin de semana, buscamos un destino lo más fresco posible, al menos por las noches. Además, buscamos montaña, no podemos evitarlo, nos encanta. Por eso, pensar en la playa en verano nos echa mucho para atrás, nos ahogamos solo de pensarlo. Pero no queríamos quedarnos sin probar la playa, y la verdad es que nos gustó mucho... pero en Octubre!

El último fin de semana de escapada de la temporada, fue el puente del 9 de Octubre.

Destino: Oliva (Valencia)
Precio camping: 16€/noche (ACSI)
Duración: 5 días (Del 8 al 12 de Octubre de 2014)



Salimos el día 8 por la tarde, después de trabajar, y llegamos sobre las 19h aproximadamente al Eurocamping de Oliva. Dudamos entre este camping y al Kiko Park, aunque hay muchos más, y finalmente nos decidimos por este, y menos mal porque fuimos a ver el Kiko Park y las parcelas son minúsculas, sin sombra, con suelo de peidrecitas, etc.. y no nos gustó.

Una vez colocada la caravana con la ayuda de unos vecinos muy majos que corrieron a ayudarnos en cuanto vieron que no llevábamos mover (aparatito muy útil que no tenemos el placer de poder permitirnos), y yo en mi puesto de mando, organicé el montaje del avance 1.2 (montaje 1.1). Era casi la primera vez y volví a convocar a los vecinos para que nos ayudaran. 

Si hay algo indiscutible en esto del camping, es que sueles encontrar gente majísima que te ayuda sin necesidad de pedirlo, y eso intentamos nosotros también si vemos que podrían necesitar ayuda.

Resumiendo, montábamos el avance porque era nuevo y queríamos ver que estaba completo y aprender a montarlo en una escapada que durara algo más de 2 días, que nos valiera la pena el esfuerzo. Acabamos tan cansados que nos planteamos si no valía la pena haber elegido el cerramiento del toldo (que acabamos comprando este año), porque antes pensábamos que para 1 semana sí lo montaríamos, pero decidimos que deberían ser 15 días por lo menos.

Finalmente, y con el calor que hacía, lo dejamos a medias y al día siguiente lo dejamos sin laterales ni frontal, a modo toldo. 

Cenamos tarde y luego dimos un paseo por la playa, que se estaba muy agusto.

La mañana siguiente, mi ama se despertó al amanecer, dió un salto y cuando me quise dar cuenta se había puesto un polar, había cogido la cámara y me llevaba con ella a la playa a hacer fotos. Es la única vez que la he visto hacer algo, lo que sea, antes de lavarse la cara y los dientes. ¡Hasta le dió igual ir en pijama a la playa! 

Y yo encantada! Se estaba más requetebien... y era todo tan bonito...

Después de comer también fuimos a la playa pero a nadar, primero en el río y luego en el mar. No quería mojarme, pero me lo pasé pipa.

Y otra vez al atardecer a pasear...

No es una playa autorizada para perros, pero era Octubre y habían muchos perros del camping con sus amos, nadie se queja y todos recogen sus cacas.

Como no nos cansábamos de playa, porque la teníamos a unos pasos, al día siguiente nos plantamos en la playa a las 6:30h, demasiado pronto, pero mi ama no quería perdérselo y como se había despertado cuando mi amo se fue a trabajar (estamos suficientemente cerca como para ir un día de los 5) no quería dormirse de nuevo, así que cruzamos el río, montamos la silla, el trípode y la cámara y a esperar.  A las 7h empezó a llegar gente, y para cuando empezó a asomar el sol ya había mucha gente con cámaras y con perros. Mi ama hizo montones de fotos y disfrutó muchísimo.


Cuando nos cansamos, recogimos y nos fuimos. Teníamos las 6 patas heladas, en cuanto llegamos a la caravana mi ama enchufó el calefactor hacia nosotras y nos dimos cuenta del frío que teníamos.

Y básicamente, así fueron los días siguientes, pero sin más madrugones. Playa, paseos, barbacoa, más playa... Olía a mar y a mariscada... 


viernes, 21 de agosto de 2015

Escapada IV: Bronchales

Destino: Bronchales (Teruel)
Precio camping: 16€/noche (ACSI)
Duración: Fin de semana largo, del 5 al 8 de Septiembre de 2014.

Salimos el día 5 por la noche. Unos días antes mi amo tuvo un pequeño accidente laboral y no sabíamos si podríamos ir, pero finalmente decidimos salir aunque fuera tarde. Hicimos noche en Barracas, llevábamos unos bocatas para cenar, y para desayunar fuimos al bar, de esta forma no teníamos que hacer nada en la caravana.

Al camping llegamos a las 10:30h y en un rato teníamos cada cosa en su sitio y estábamos bajando al pueblo por una senda de la montaña. Había mercado y aprovechamos para hacer la compra. El resto del día lo pasamos descansando, sobre todo mi amo, que se pega unas siestorras en la caravana...!


Si habéis leído mis anteriores entradas, os imaginaréis qué cenamos los dos días de camping. Y es que a mi amo le encanta torrar y probar la carne del sitio donde vamos. El primer día coincidimos con gente de Valencia, y dió la casualidad de que teníamos amigos en común.

Queríamos descansar, pero somos incapaces de quedarnos en el camping sin salir para nada. Una mañana fuimos a Albarracín, ya habíamos ido una vez de pasada pero no pudimos ver mucho porque teníamos prisa, entonces no vimos qué era lo que todo el mundo dice que es tan bonito, así que le dimos una segunda oportunidad. La verdad es que no era lo que esperábamos, o es que esperábamos mucho, pero si nos dan a elegir entre Albarracín y la comarca de Matarraña (por poner un ejemplo de otros pueblos de Teruel que hemos visitado), desde luego nos quedamos con Matarraña sin ninguna duda.

Ya que estábamos por allí, visitamos el camping de Albarracín, que también está en ACSI, pero no nos gustó nada, es pequeño, sin sombras y feo, pero eso sí, los baños son espectaculares, amplios, nuevos, limpios y cuidados.

Otra excursión que hicimos fue a la Fuente del canto, cerca del camping, pero no sé qué esperábamos, es un sitio donde va la gente a pasar el día, pero no hay mucho que ver. Seguimos la carretera y vimos Orihuela del Tremedal, subimos al santuario y pasamos por el río de piedras, muy curioso.

La última excursión la hicimos el último día por la mañana, fuimos a la Cascada de Calomarde, un rincón bonito donde almorzamos unos bocatas e hicimos algunas fotos.

Lo malo que tiene la zona es que no hay gasolineras, después de ver la cascada tuvimos que ir hasta Albarracín para poner gasóleo al coche porque de lo contrario no hubiéramos llegado con la caravana.

En cuanto al clima, durante el día hacía calor y por la noche refrescaba, pero no tanto como en Virgen de la Vega. La segunda noche nos llovió, y descubrimos que en el toldo se acumulaba más agua de la que parecía, si no que le pregunten a mi ama, que se le ocurrió bajar una pata para vaciarlo y acabó empapada de arriba a abajo.


Por cierto, desde que mi ama pega las toallas al suelo, ya no la despierto tanto, además ya estoy acostumbrada y no me paseo tanto por las noches, pero a mi ama se le ocurrió comprar en los chinos una especie de esterilla de espuma (se ve en una foto de las últimas vacaciones de 2015, ahí fue donde lo estrené) y estamos encantados con la solución, pero aun usamos las toallas en 2 escapadas más.

Como siempre, salimos del camping después de comer (siempre pidiendo permiso, solo en una ocasión tuvimos problema) y llegamos a casa a media tarde. Nos gustó, pero nos pilla un pelín lejos para ir de fin de semana.

jueves, 20 de agosto de 2015

Escapada III: Alcalà de la Selva (Teruel)

Destino: Alcalà de la Selva
Precio camping: 24'5€/noche
Duración: Fin de semana, del 22 al 24 de Agosto.


Habían pasado dos meses desde la anterior escapada. Mientras tanto, mi ama se había ido a ver a su hermana a Londres por primera vez, viaje que os contaré aunque yo no estuve en pelos y patas pero sí al otro lado del skype.

Teníamos mono de caravana y de fresquito, necesitábamos un destino de los que más nos gustan, y nos decantamos por el Camping Los Álamos en Alcalà de la Selva (aunque en realidad el camping está junto a Virgen de la Vega.), porque además por esas fechas no hay campings a precio ACSI y este no entra.

Salimos el viernes 22 a las 13h y llegamos a las 15:30h, pero hasta las 16h no abrían recepción. Dimos un paseo por el camping pensando cual sería el mejor sitio para acampar, pero la verdad es que no encontramos ninguno que nos gustara. Cuando abrieron, pagamos 20€ de fianza por el mando de la barrera y una clavija para la luz, y nos acompañó a elegir sitio.

A las 19h, después de montar y limpiar, mis amos recordaron que no habían comido y picotearon algo. Yo no sé qué les pasa cuando salen de camping que se les olvida comer o comen tarde, algo falla. 

Por fín, llego la hora del paseo. Paseamos por Virgen de la Vega y por Alcalà de la Selva, pueblos en los que mis amos habían estado hace años en excursiones del colegio pero que apenas recordaban.

Con el atardecer fue llegando el fresquito, lo que no esperábamos era tener que cenar dentro de la caravana, qué maravilla! Nos acostamos pronto, ellos con el nórdico, pero dejaron dos ventanas un poquito abiertas y hacía frío. Mi ama durmió fatal, pero porque mi amo roncó muchísimo y como no me dejaba dormir, yo me entretenía paseando. Se enfadó tanto que me amenazó con dejarme dormir fuera cuando montáramos el avance, y la siguiente noche cubrió el suelo con mis toallas y las pegó con cinta americana. Con mi amo no pudimos hacer nada.

Al día siguiente nos fuimos de compras a las tiendas outlets de la zona de Mora de Rubielos, pero tampoco es lo que era hace unos años. Y por la tarde cogimos el coche y nos fuimos a Valdelinares, a las pistas y a ver el municipio más alto de España. 

Para cenar, torramos embutido turolense, bueníiiisimo (mi ama no me ha visto, pero he pillado un cacho de longaniza que estaba pa'morirse). 

Hay que ver el frío más rico que hace en este sitio, es lo mejor del camping. Pero frío, no fresquito, que por el día hace un calor muy cómodo de llevar, pero por la noche hace un frío buenísimo. Vamos, que a la mañana siguiente no salimos de la caravana hasta media mañana, y porque había que recoger. 

Antes de las 16h ya estábamos listos para salir, pero hasta que no abrieran recepción para pagar no podíamos irnos. Los vecinos nos echaron una mano para sacar la caravana, ocasión que yo aproveché al máximo y me fuí corriendo a comerme la paella de los perros de al lado, que por suerte no estaban. Mis amos no daban crédito porque nunca he hecho nada semejante, pero ¿qué queréis que os diga? ¡No pude contenerme!

El camping no nos gustó demasiado, no tiene nada especial, pero si repetimos será porque la zona nos gusta y el fresquito nos encanta.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Escapada II: Xàtiva

Destino: Camping Xàtiva
Precio camping: 20€/noche
Duración: 2 días, del 21 al 22 de Junio de 2014

La verdad es que no me pusieron el apodo de viajera por este viaje, cuyo destino está a 20 minutos de casa, sino porque mis amos  me llevan con ellos siempre que pueden, y hacen por poder, ya que casi todas las vacaciones han sido conmigo, pero esta escapada, aunque ridículamente cerca, era muy necesaria. 

Con la compra de la caravana iba incluído el avance, nuevo a estrenar, y como no íbamos a poder pasar muchos días en un camping para montarlo, decidimos ir a un camping donde pasan el verano unos amigos, y así ver si está todo correcto o faltaba algo. Y menos mal que lo hicimos así.
Salimos el Sábado por la mañana y al llegar buscamos al dueño (no hay recepción) y nos colocamos en la parcela de al lado de nuestros amigos.


Montamos lo justo y comimos. Más tarde llegaron ellos y nos ayudaron a montar el avance. Menos mal que mi ama, 20 años antes, ya había montado el avance de sus padres, porque allí éramos todos novatos en eso. Tardamos más de lo que podríamos considerar normal por ser la primera vez, pero además, no le encontrábamos la lógica a que los laterales no tocaran el suelo. Conclusión: era pequeño.

Hicimos unas fotos y volvimos a guardar el avance para que nos lo cambiaran. 

No hay mucho más que contar, os podéis imaginar que cenamos barbacoa, nos quedamos hablando hasta las tantas y al día siguiente más de lo mismo, eso sí, todo en su parcela, con sillas de verdad y todas las comodidades. 

A las 20h del domingo salimos del camping y en un rato estábamos en casa mandando las fotos del avance al chico de la tienda, que nos lo cambio sin problemas por una talla más.

martes, 18 de agosto de 2015

Escapada I de 2014: Vall de Laguar

Destino: Vall de Laguar (Alicante)
Precio camping: 16€/noche (ACSI)
Duración: Fin de semana, del 13 al 15 de Junio de 2014.

Buscábamos un camping de montaña, equilibrio entre lo más verde y lo más cerca posible, pero además queríamos ACSI. Y elegimos el camping Vall de Laguar.

Salimos después del trabajo y llegamos sobre las 19h. Era la primera vez que plantábamos la caravana en un camping, y estábamos muy ilusionados. Recuerdo que no llevábamos nivel y a mi ama se le ocurrió utilizar un vaso con agua (y funcionó!). También fue la primera vez que usamos el toldo que iba con la caravana, un caravanstore muy apañado del que hace tiempo que quedamos totalmente enamorados.


Ya que lo cuento, tendré que contarlo todo, y es que era la primera vez que dormía en la caravana. Para mí era todo muy extraño, y la verdad es que estaba superemocionada con el viajecito, así que me pasé la noche taconeando: que si me acercaba a controlar que mis amos estuvieran vivos, que si me llamaba la atención el olor del producto del wc (ellos no lo notan, pero se olvidan que mi olfato es más fino), que si me parece escuchar un gato rondando por fuera, que si el sonido de los árboles... vamos, que iba de aquí para allá con el sonido característico de mis patas. 

Mi amo durmió como un lirón pero a mi ama, pobrecilla, apenas la dejé dormir.

Esa mañana fue cuando mi amo admitió que estaba embrujado. Hacía meses que no dormía tan agusto, y tenía que admitir que la comodidad no estaba reñida con el camping.

No teníamos ningún plan en mente, y a media mañana fuimos a recepción a ver qué nos recomendaban. Fuimos a Fontilles a pie por una senda de montaña que es casi toda sombreada. Dimos una vuelta por allí, almorzamos en una sombra, compramos un par de bolis, y volvimos al camping pero por carretera. Mala idea. Mi ama acabó quemada por el sol.

En cuanto llegamos al camping, se pusieron el bañador y se fueron a la piscina. A mí me dejaron atada, suerte que mi parcela estaba muy cerca de la piscina y les oía, pero no tardaron mucho, estaban muy agusto pero no querían dejarme sola mucho rato.

Después de comer nos fuimos a Les Fonts de L'Algar por la carretera de montaña (1h). Mi ama se dió cuenta, antes de ir, de que no había cogido ninguna cámara de fotos, solo llevaba la cámara del movil. Rarísimo en ella, creo que fue por la emoción.

Pagamos 2€ de parking y 4€ por persona para entrar. Fuí la última perra de la temporada, ya que a partir del día 15 ya no dejaban entrar a los perros. De todas formas, no me dejaron nadar, pero por lo menos pudimos entrar, porque no lo hubieran hecho sin mí. 

En el camino de acceso, había unas chicas haciendo fotos a la gente que entraba, y aunque a mis amos no les gusta eso, se dejaron hacer.

Lo más pesado son las escaleras que hay al principio del recorrido, yo iba cagada de miedo, la verdad, no me hace mucha gracia todo lo que tenga agujeros, ni una rejilla soporto. Luego el camino es agradable y cómodo. Hay varios sitios para nadar, nosotros primero fuimos a conocerlos todos, y luego elegimos el "Toll del Baladre". El agua, me dijeron, estaba muy fría, pero una vez dentro se estaba muy bien.

Estuvimos algo más de una hora y a la salida nos dieron una sorpresa las chicas de las fotos. Habían hecho varias cosas con la foto que nos hicieron, mi amo se tronchaba de risa con un llavero, yo no sabía qué tenía de gracioso hasta que ví que era yo. Le gustó tanto que lo compró (5€) y lo pusimos con las llaves de la caravana como recuerdo de nuestra primera escapada.
 

Para cenar, mi amo quería hacer barbacoa, pero estábamos en alerta de incendios y no se podía. Luego, durante la cena, se le rompió la silla, eran malas y estaban viejas ya, pero con la compra de la caravana no nos llegaba para sillas, mesa, cocina, suelo... Íbamos con lo que teníamos y de prestado.

De nuevo llegó la noche, mis amos confiaron en que me había cansado lo suficiente, pero se equivocaron. Me pasé la noche de arriba a abajo sin dejar dormir a mi ama. 

La mañana siguiente la pasamos haciendo el perro, sobre todo yo, que no hice otra cosa que dormir. 

Preguntamos si podíamos salir después de comer y nos dijeron que no había ningún problema, cuando quisiéramos. Recogimos sin prisa y a media tarde ya estábamos en casa con síndrome post vacacional. 

El camping nos gustó mucho, fue muy buena elección para nuestra primera salida con la caravana, pequeño y acogedor, y con muy buena piscina.

lunes, 17 de agosto de 2015

Las escapadas de 2014

Fue con la llegada de la primavera de 2014 que mis amos, después de varios años comentándolo, decidieron empezar a mirar caravanas. Nos gusta el camping, mi ama ya había probado tres caravanas distintas con sus padres y estaba harta de la tienda de campaña, tanto que a finales de las vacaciones de 2013 le dijo a mi amo que no volvía de camping si no íbamos en caravana.

Buscábamos algo pequeño, para 2 personas y una perra, de segunda mano, tirando a viejo, y que no necesitara matrícula roja, mi amo no quería gastarse mucho porque no sabía si le gustaría, aunque mi ama le dijera que le encantaría. Enseguida nos dimos cuenta, esas caravanas están sobrevaloradas y las venden a precio de oro. Después de ver muchas, en Mayo nos decidimos por una Knaus más grande de lo que queríamos en principio, de 20 años de edad, o 20 veranos, como nos dijo alguien en alguna ocasión. Fue una muy buena compra.

Ya teníamos caravana cuando mi amo encontró trabajo para ese verano y nos quedamos sin vacaciones. No íbamos a dejarla encerrada todo el verano, así que aprovechamos para salir de camping siempre que pudimos. En total hicimos 5 escapadas: Vall de Laguar, Xàtiva, Alcalá de la Selva, Bronchales y Oliva.



Las iré contando por orden cronológico (lo cual no suelo hacer), pero os adelanto que mi amo se enamoró de la caravana la primera noche que durmió en ella, y desde entonces no deja de repetir que le tiene embrujado.

Pero no solo hemos ido de camping, dadme tiempo y os lo contaré todo, mis pezuñas se enganchan en el teclado y soy muy lenta para escribir.

domingo, 16 de agosto de 2015

Las últimas vacaciones (II)

Como os contaba en la entrada anterior, después de pasar unos días en Sitges para visitar Barcelona, nos fuimos a pasar los últimos días a los pirineos.

Día 5 (11 de Julio de 2015)

Recogimos lo poco que quedaba y a las 10:30 estábamos saliendo del camping. Próximo destino: La Guingueta d'Aneu, Pirineos de Lleida. Nos encantan los pirineos a los 3, y teníamos unas ganas tremendas de fresquito pirenaico.

El viaje se hizo eterno, 6 largas horas de carretera/autopista, a velocidad de caravana. Llegamos medio muertos de cansancio. Camping Nou (Precio ACSI 16€/noche + 5 noches x 3'10€ perro no incluido en ACSI + 1 noche a precio normal 27€ + 5€ de impuesto turístico).
Sin comer, después de elegir parcela, se pusieron a montar con la banda sonora de unos vecinos quejándose porque no querían vecinos (nosotros tampoco lo entendíamos, pero era la parcela más sombreada que encontramos).

Ese día estrenábamos avance, un cerramiento del toldo de la caravana, ya que el avance grande es demasiado para los 3 y da mucho trabajo. Como era la primera vez, les costó un poco más, pero es mucho más cómodo que el otro.

A las 21h hicimos una comida-merienda-cena y luego nos fuimos a pasear al lago de enfrente.
Sobra decir que nos acostamos muy pronto.

 (Me brillan los ojos de la emoción)


Día 6 (12 de Julio de 2015)

Fue el único día de todas las vacaciones que lo dedicamos por completo a descansar. Solo salimos del camping a pasear por el lago (una tiene sus necesidades) y a comprar carne a Llavorsí. De paso preguntamos en la info sobre las dos excursiones que queremos hacer (la chica sabía menos que nosotros) y dimos un paseo por el pueblo.

Esta vez, para ir a la piscina, me dejaron dentro de la caravana, y yo más ancha que nada, pero sin perder de vista la puerta. Como mucho mucho tardarían 15 minutos,y cuando volvieron se sorprendieron de encontrarme en la misma posición, fija cara a la puerta. ¿Qué iba a hacer? Ya me habían puesto restricciones, no me podía subir a la cama ni a los asientos.


De nuevo, barbacoa para cenar, el cordero estaba buenísimo, mis amos no dejaban de decirlo y yo no iba a quedarme con las ganas, así que en un despiste fui al rescate de los huesos de la basura, y me pillaron, claro. 

Esa noche refrescó más y mis amos sacaron el nórdico y el pijama largo.


Día 7 (13 de Julio de 2015)

Nos levantamos prontito y a las 8 ya estábamos en el coche. Tocaba excursión a Andorra. Éramos un poco adictos, todo hay que decirlo.

Llegamos poco después de la hora de apertura del Punt de Trobada, y entramos a echar un vistazo. Fue la primera vez que les vi salir de allí con las manos vacías. De allí visita rápida al River pero como no había sombra me dejaron sola 5 minutos contaditos. Otra vez salieron con las manos vacías y cara de despago. No pasa nada, aun nos quedaba el centro.

Aparcamos en el parking de siempre, cerquita de caldea, y salimos los 3 a pasear por la calle principal, turnándose para entrar, como siempre, pero antes almorzamos en el parque. La primera parada fue Sussi, para comprar unos cuchillos de cocina que son una maravilla y que mi ama lleva usándolos desde que tiene uso de razón, ya que su abuelo viajaba allí dos veces al año y siempre traía. Las tijeras eran demasiado caras y se quedaron con las ganas.

Entraron a varios sitios a echar un vistazo pero no valía la pena. La mayoría de las tiendas de ahora son de marcas caras y, en general, toda la calle está cambiando y convirtiéndose en zona de gente de dinero (mi ama dice que ahora está orientada a la gente de pasta que lleva su dinero a los bancos de Andorra). Hasta yo me dí cuenta de que Andorra ya no es lo que era, cosa que llevo escuchando desde que recuerdo, pero que ahora más que nunca me he dado cuenta que es totalmente cierto.

Mi amo entró a comprar en Eleclerk unas botellas de alcohol. Eso y los cuchillos fue lo único que nos llevamos. A la salida volvimos a parar en el Punt de Trobada y compraron alguna botella más y cosas que necesitaban, pero no porque valieran la pena sino porque nos hacía falta para el camping.

Antes de irnos, comimos de nuevo en el McDonalds, por el tema de la intolerancia, pero en el que está cerca de Andorra 2000 (que también entraron y salieron sin compra, ainssss, qué recuerdos nos trae siempre Andorra 2000 y cómo ha cambiado!).

Ya de vuelta, paramos en el mercadona de La seu d'urgell, para otras cosas que solo se encuentran en mercadona. Esta vez entró sola mi ama y mi amo se quedó conmigo en el parking.

También paramos en Sort a comprar un décimo, como manda la tradición (así de rico se ha hecho el tío), y nos quedamos flipaos con la nueva administración y la cafetería-detodounpoco de al lado.


Ya, a las 18h, en el camping, a descansar. Mis amos se fueron de nuevo a la piscina, y me dejaron otra vez en la caravana, pero esta vez sabía que, si me portaba bien, me esperaban 10 largos minutos mirando la puerta, y no me apetecía. No sé cómo lo hice pero me metí por debajo de la mesa y aparecí en el asiento de la ventana de detrás, y así me pillaron mis amos cuando llegaron.

Lo mejor fue tomar la fresca después de cenar, tumbados los 3, bien abrigada mi ama, mientras se tomaban algo de color rojo y olor dulce con cubitos. No puedo describir el sabor porque no me dejaron probarlo.


Día 8 (14 de Julio de 2015)

Otro día que nos levantamos temprano, pero no tanto, y a las 9:15 estábamos saliendo. Día de excursión a pie por la montaña, tocaba el Lago de Gerber.

He de adelantar, que tanto en internet como en info de Llavorsí (info pésima, por cierto), como en el camping, describen la excursión como fácil y familiar, para ir con niños. Por nuestra experiencia, y la de la gente que nos cruzamos, llegamos a la conclusión de que no es una excursión familiar. No es dificil, pero tampoco fácil, hay tramos en los que da miedo ir con niños, y hasta mis amos estaban preocupados por mí (más de una vez se me escapó la pata entre dos rocas y me tuvieron que sacar temiendo que me la rompiera). Y todo el camino es cuesta arriba.

Bien, pues yo estaba loca de contenta porque me encanta la montaña, y mis amos tenían otra cara, también les encanta, y disfrutamos mucho de estas excursiones. Y allá que nos fuimos. Coincidimos con la excursión del camping, que era el mismo día, y nos íbamos adelantando y dejando pasar, ya que vienen bien las paraditas para recuperar el aliento. Pero a partir del primer lago, les perdimos la pista porque mi ama se entretuvo haciéndome fotos.


El primer lago es más pequeño (se llama La estanyera), y llegar a él es la parte más fácil del camino. Del primero al segundo (Estany del mig) es la parte más difícil, no está indicado el camino y a veces te sientes perdido, pero de repente ves un montón de piedras y sientes un alivio tremendo. Es la parte de las rocas y de subidas que te dejan sin aliento. No tenemos fotos porque toda la atención, y las manos, estaba en el camino.

Del segundo al tercero el camino mejora.

Ya en el tercero llegó el momento almuerzo, a ver si cae algo, pero he de estar muy atenta y poner mucha cara de pena, más a mi amo porque ella no me suele dar, pero por si cuela la miro con mis ojitos tristes.

Ya pensábamos emprender el camino de vuelta cuando un chico le dijo a mi ama que un poco más arriba había una cascada, que era muy bonita y valía la pena. Una cascada. Dile eso a ella. Mi amo no quería pero empezamos a subir, y cuando se cansó le dijo que no subía más, yo me quedé ahí en medio mirando a un lado y a otro esperando a ver si se decidían. Mi ama estaba muy contenta y sorprendida de haber podido llegar a donde estaba, pues por un accidente que tuvo hace 9 años le dijeron que con suerte caminaría bien en terreno plano, ni por asomo podría hacer lo que hicimos ese día, y le apetecía subir un rato más y hacer fotos a esa cascada. Al final prefirió no tentar a la suerte porque le daba "miedo" ir sola. Sobra decir que está totalmente recuperada!


Y de mí, tengo que decir que iba saltando como una cabra montesa feliz por la montaña. Ahora ya saben (aunque lo sospechaban) que sí puedo subir al coche, que era todo cuento para que mi amo me ayudase a subir, sobre todo cuando toca volver a casa, ya que para salir estoy tan excitada que se me olvida fingir y subo de un salto. ¡Se me acabó el chollo!

La bajada fue más rápida que la subida, pero no demasiado, había que ir con cuidado. Cuando llegamos al final mi amo y yo nos echamos al suelo a descansar antes de coger el coche para volver. Estábamos los 3 cansados y doloridos, pero felices por la experiencia. Yo creo que respirar ese aire pirenaico con los pulmones abiertos te rejuvenece.

Al llegar al camping, mi ama se fue directa a la piscina, a refrescarse y a hacer ejercicios en el agua para evitar el dolor. Y luego hicimos una comida rápida y comimos.

Siestorra de la buena, nos lo habíamos ganado a pulso:
 

Por la tarde, mi amo aun tenía ganas de jaleo, y nos fuimos a ver Escaló, un pueblo de al lado, con un torreón que le llamó la atención. Un paseo, una conversación sobre la guerra civil con un lugareño, y un pequeño encuentro con unas ovejas simpáticas que vinieron a saludarme a la puerta de su corral.

Ese día volvió a tocar barbacoa para cenar (son un poco adictos), pero me vigilaron de cerca para que no repitiera la gesta del otro día.


Día 9 (15 de Julio de 2015)

Me desperté con agujetas desde la almohadilla de las patas hasta las orejas, pero con ganas de volver a la montaña, por eso, en cuanto escuché el despertador, me fui corriendo a ayudarles a despertarse metiendo el morro por debajo del nórdico y soplando por el morro en dirección a sus caras. Sé que estaban tan doloridos como yo, pero se despertaron riéndose de mí. 

A las 9:30h salimos del camping. Excursión al Lago de San Mauricio. Llegamos a Espot entre bromas tontas sobre palabros que no entendía: decían que estaban en "Se puede" y que habíamos estado en "Suerte", y que eso era buena señal, concluí que tradujeron los nombres de los pueblos Espot y Sort. En fin, cosas más raras he visto.

A las 10:30 empezamos el camino, y a las 12 llegamos al lago. Y he de decir que el camino es precioso. Este sí que es fácil, para familias, con una cuesta final de unos 15 minutos un poquillo pesada, pero nada complicada. El camino va bordeando el río, donde mi ama disfrutó echando cientos de fotos (esta vez sí llevaba la cámara colgada al cuello), y yo no dudé en probar el agua fresquita en cada recodo. 

Una vez en el lago, nos llevamos una decepción, esperábamos algo natural, y ver ese muro de presa nos dejó chafados. Mi ama había estado otras dos veces anteriormente y no recordaba nada. 


Almorzamos y bajamos disfrutando del camino, sin prisas, y haciendo más fotos.

Al llegar al camping, mi ama hizo la comida y se fue a la piscina, a refrescarse y a hacer ejercicios en el agua, y cuando volvió comimos y perreamos hasta las 17:30h, hora en que empezó todo el desmontaje del avance y de todo lo que no íbamos a usar, limpiando todo bien y preparándonos para la vuelta. Se acababan las vacaciones y yo estaba triste porque me encanta viajar con mis amos.

Nos acostamos pronto, pero antes disfrutamos un rato del fresquito que tanto nos gusta, pero yo tenía prisa por acostarme, mis amos se reían de mí porque pedía desesperada entrar a descansar, pero me hicieron caso y me lo agradecieron.


Día 10 (16 de Julio de 2015)

Mis amos se durmieron. Yo me hice la dormida y decidí no despertarlos y dejarlos dormir un rato más, pero no me funcionó demasiado porque 15 minutos después, a las 7:45h se despertaron sin ganas de levantarse, pero no podíamos quedarnos. 

Desayunamos y recogieron lo que faltaba, ella dentro y él fuera. Yo atada, pero dando órdenes.

8 horas de viaje. Salimos antes de las 11h, paramos a comer en Benicarló a las 15:30 y llegamos a casa antes de las 19h. 

Han sido unas vacaciones muy completas y variadas, me lo he pasado pipa, aunque ya podrían haberme llevado a la piscina, o dejarme entrar al concierto, a las catedrales me da igual, pero también ganaríamos tiempo. Espero que algún día nos dejen entrar a estos sitios a los perros viajeros, que se que hay muchos, pero no nos hacen mucho caso.

Volveré con más vacaciones, quizás las escapadas del año pasado!

sábado, 15 de agosto de 2015

Las últimas vacaciones

Como soy mayorcita, me cuesta un poco recordar mis primeros viajes, así que he decidido empezar por las últimas vacaciones, de las que acabamos de llegar hace apenas unos días.

Destino: Barcelona y La Guingueta d'Aneu (Lleida)

Medio de transporte: Opel Zafira (con habitáculo especial para mí)

Hospedaje: Mi caravana, que me encanta, y siempre en camping.

Duración: 9 días (del 7 al 16 de Julio de 2015)


Día 1 (7 de Julio de 2015)

Salimos de casa a las 18h dirección norte y llegamos a Benicarló a las 20h, al camping Alegría del Mar (Precio ACSI 16€). Como solo vamos a estar una noche, no montamos apenas nada, el toldo, la mesa y las sillas. Bueno, en realidad yo les voy dando órdenes desde mi sitio.

En los campings no me dejan estar suelta, así que me atan con una cadena muy larga mientras montan. A ellos no les gusta atarme, pero si están ocupados es mejor para todos. Que yo no me escapo, que soy más buena que el pan, pero me encanta hacer amigos humanos allá donde voy y me despisto.


Después de cenar, salimos a dar una vuelta y a tomar algo. Me camelé a todo el bar... vale, había poca gente, pero todos me hicieron el caso, y yo feliz. 

Esa noche la pasamos medio ahogados de calor, con el ventilador a tope y las ventanas abiertas, y ni por esas. ¡Menos mal que no íbamos a estar otra noche más!


Día 2 (8 de Julio de 2015)

No es que por la mañana hiciera fresco, pero comparado con la noche, se estaba de cine. A las 8 nos fuimos a ver Peñíscola, que mi ama tenía muchas ganas y mi amo se quedó prendao.
Estaba todo cerrado. Normal, a esas horas...

Paseamos por el centro histórico, por sus callejuelas, nos asomamos a los acantilados, que no veas como me mola a mí asomarme y sentirme la reina de todo (ya os contaré el susto que les dí a mis amos un día), y no entramos al castillo porque no me dejan entrar (5€/pers).


¡No es justo! Yo también quiero disfrutar de ver y pasear por sitios chulos con mis amos. Cuando entran en un lugar así, tiene que entrar primero uno y luego el otro, y claro, ahí me quedo yo haciendo guardia y sufriendo para que no me los roben! ¡Es un sinvivir! Por no hablar de la pérdida de tiempo. Aunque si os digo la verdad, últimamente me vienen muy bien esos descansos, mis huesos ya no son los de antes, pero ¡oye! aun me mantengo en forma!

Total, que pasamos de largo y, antes de lo que pensábamos, nos fuimos a almorzar al camping y a recogerlo todo para salir a las 11 hacia Sitges, nuestro siguiente destino.

Un par de horas de viaje y nos plantamos en Sitges. Camping El garrofer (Precio ACSI 18€/noche +3€ impuesto turismo). Y aquí sí que tuvieron algo más de trabajo porque nos quedábamos 3 días. Comíamos a las 15h pasadas, y después de comer me abandonaron 10 eternos y angustiosos minutos porque se fueron a la piscina a darse un chapuzón rápido, y menos mal que el agua estaba caliente, que si no se quedan 5 minutos más y a mí me da algo. Eso sí, yo calladita pero alerta. Y entonces vino lo mejor, la siesta a la sombra de los pinos, que sí, que hacía calor, pero corría una brisa de lo más rica.
 

Allá a media tarde, mis amos decidieron que ya estaba bien de camping, a patear un rato. En serio, no saben estar quietos ni un rato, con lo que me gusta a mí dormir. Pues ale, nos pusimos guapos y a pasear por Sitges, que no la conocíamos y nos gustó bastante, tiene ese encanto de pueblo mediterraneo con sus casas centenarias y sus calles estrechitas. Demasiado estrechitas algunas con la gente que había, yo solo veía piernas.

Paradita en el mercadona, donde tampoco me dejan entrar y me dejan en el coche vigilando con la ventanilla bajada un par de dedos, ya podrían dejarme con el aire acondicionado puesto, pero claro, no se fían de mí, una vez me pillaron a punto de arrancar el coche (véase mi foto de perfil).

Esa noche nos acostamos pronto porque al día siguiente nos esperaba una gran ciudad!

Día 3 (9 de Julio de 2015)

Otra vez a madrugar para pillar el fresco mañanero que tanto les gusta. Con lo que no contaron fue con la hora punta en la entrada a Barcelona. Ni que fueran novatos. Ya lo decía yo. 

Después de un par de horas por lo menos, entre atascos y entender la ciudad y situarse (porque la idea era dejar el coche a las afueras y coger el metro, pero mi amo tenía ganas de conducir por el centro, y eso que me compraron un bozal solo para poder subir en el metro de Barcelona), aparcamos en el parking de El Born. Nos vino bien porque muy cerquita teníamos la Catedral de Santa María del Mar y mi ama quería verla.

Entraron uno detrás de otro, y mientras tanto, ahí estaba yo sin perder detalle de quién entraba y quién salía.


Después paseamos por el barrio gótico, hacia la rambla, y por la rambla hasta la plaza de cataluña, con la idea de preguntar en información qué no podíamos perdernos. Estaba tan lleno, que mi ama dijo que no nos esperábamos, que la siguiéramos a ella.

Nos llevó a la Catedral de Barcelona, pero al llegar ella se negó a entrar porque había que cubrirse los hombros. Argumentaba que estábamos en el siglo XXI y que su indumentaria era correcta. Mi amo sí pudo entrar sin comprar pañuelos a las mujeres de la puerta, y nosotras nos esperamos fuera.

Seguimos paseando por el centro y cuando nos cansamos fuimos a por el coche para ir a ver otra catedral, la de la sagrada familia.


Tuvimos tanta suerte que aparcamos justo en una calle lateral, en zona azul, pero eran las 13:30h quedaba solo media hora y podíamos estar hasta las 16h. No hizo falta, porque después de rodear la catedral, alucinar con los precios (entrada 15+3 audioguía +3 torre +3 yo que sé...) y descansar a la sombra en el parque de enfrente, nos fuimos a comer al McDonalds.

Yo por mí encantada, porque tenían terracita y pude estar con mis amos, pero el motivo de comer allí es que mi ama lleva una dieta sin gluten y sin lácteos, los lácteos porque es intolerante y el gluten de forma temporal, al menos por el momento. Y cuando no conoces nada, o estás cansada y tienes hambre, y tienes un Mc delante mismo del coche, pues es la mejor opción.

A las 15h volvimos a coger el coche y paseamos un rato por la ciudad, pasamos por delante de la escultura de Joan Miró "Dona i Ocell" (mi ama, que hizo una réplica con sus niños para la falla del cole de hace 2 años, y le gustó verla), el Palacio Nacional (impresionante), la feria, Montjuic... Fue como en las pelis, de tour turístico.

Después de una siesta exprés, decidimos volver al camping porque estábamos todos cansados. Entonces llegó la aventura de "cómo salir de la ciudad". Ojo, que llevamos gps, pero mi amo es un cabezota y pensaba que ir a Sitges desde Barcelona es como ir al Perelló desde Valencia. Ni os cuento cómo estaba mi ama. Al final, después de una eternidad, en vez de coger la carretera buena, nos metimos en un centro comercial, pusimos gasóleo al coche y de paso compraron un poco.

Llegamos al camping sobre las 19h aproximádamente y mi amo hizo barbacoa para cenar.


Día 4 (10 de Julio de 2015)

Si os digo la verdad, Barcelona no nos gustó demasiado, y esa mañana, que queríamos dedicarla a ver más ciudad, nos la cogimos de descanso. Además, teníamos que estar descansados porque por la noche nos tocaba un concierto muy especial.

Descansamos, perreamos los 3, recogimos todo lo que no íbamos a necesitar ya, y ya por la tarde nos pusimos guapos y nos fuimos a los jardines del Palacio Real de Pedralbes, a ver a Mika!

Antes de entrar, se pasaron una hora paseando conmigo por los alrededores, mi amo se comió un bocata y cuando ya estaba yo cansada, me dejaron en el coche y entraron. Yo sé que ellos sufrieron porque nunca me habían dejado sola 2 horas, aunque no había nada que temer porque mi jaula del coche ocupa todo el maletero y me puedo mover, dar vueltas, bailar al ritmo de Mika y casi casi saltar, pero son unos caldosos y en cuanto acabó el concierto vinieron enseguida a sacarme a pasear antes de nada.

El concierto fue una pasada, al menos lo que yo escuché, pero dice mi ama que fue maravilloso, espectacular, y mil adjetivos más para describir una noche mágica. A mi amo también le gustó mucho, pero él lo dice por lo bajini. Vamos, que se lo pasaron bien, que les hacía falta.

 (Con el móvil desde la fila 15 no se podía hacer milagros)

¡Se me olvidaba comentar que al entrar se cruzaron con Juan Ibáñez, el del Trancas y Barrancas! Pero mi amo quiso quedar bien y metió la pata preguntando por Pablo Motos, cosa que no hizo demasiada gracia al chico.

Tras el paseo, directos al camping a dormir. El día siguiente iba a ser movidito.

Hasta aquí la primera parte de mis últimas vacaciones. En la segunda parte os cuento los días que pasamos en los pirineos y lo agustirrinín que se dormía por las noches.

domingo, 19 de julio de 2015

¿Quién soy?

Me llamo Panxa, tengo 10 años y, como ya supondréis, soy de la especie canina, vamos, una perra. Pero no una perra cualquiera. Soy una perra viajera.

Desde bien pequeñita he tenido el placer de viajar con mi familia, y con ello he adquirido muchísimos conocimientos que me gustaría compartir con vosotros: lectores perrunos o lectores con miembros perrunos en la familia.

Gracias por leerme.
Un lametón.