lunes, 24 de agosto de 2015

Atardecer en Playacan Gandía

Aunque no podemos considerarlo como un viaje porque la tenemos a menos de una hora de casa y la excursión dura apenas unas horas, tengo la necesidad de venir a contaros que ayer fuimos todos a la playa.


Con esta, creo que es la tercera vez que vamos a Playacan, en Gandía, la única playa para perros de la comunidad valenciana.

El año pasado fuimos un par de días entre semana, llegábamos a las 9, no había casi nadie, nos bañábamos, almorzábamos y en una hora o dos, nos íbamos a casa, donde me esperaba la ducha para quitarme toda la sal, que luego me pica todo.

Este año aun no habíamos podido ir. Queríamos ir por la mañana otra vez, pero como no podía ser, por la tarde, sin planearlo, cogimos cuatro trastos y para allá!

Llegamos a las 20h, al atardecer, y estaba lleno de perros con sus familias, se veía claramente que en la parte de playa que no es para perros apenas había gente, pero en la nuestra había bastante, y eso que ya se había ido mucha gente y pudimos aparcar sin problemas.


Esta vez no habían estacas, las otras veces las estaban poniendo cuando llegábamos, pero hoy no habían, no sabemos por qué. Además, vimos a muchísimos perros sueltos (la norma es que vayamos atados, cosa que me molesta mucho porque si no necesito correa para pasear, no entiendo que deba llevarla en mis momentos de ocio), a mí me llevaron con correa pero me la quitaron un rato para tomar el sol.

Lo primero que hicimos fue meternos en el mar. Ahí si que necesitan mis amos la correa, porque como soy una cagueta, me cuesta entrar, pero luego demuestro que soy muy buena nadadora y me encanta nadar con mis amos.

Nadamos los tres juntos, de amo en amo, o en brazos de mi amo, que me coge por la panxeta para que descanse pero no sé cómo parar mis patas. Aun así, si se despistan tiro para la orilla, pero enseguida me llaman y me toca dar media vuelta. Ayer no me llevé las pelotas para jugar, así que no alargamos mucho el baño.


Tras descansar un rato tomando el poco el sol que quedaba, y esperar a ver si me caía algo de la merienda-cena de mis amos, volvimos a bañarnos, pero al salir sí que hacía frío y nos fuimos directos al coche, que ya se estaba haciendo de noche.

Si a la ida iba todo el tiempo mirando por la ventanilla, a la vuelta ni me enteré, me quedé dormida al instante.

Bueno, y la llegada a casa como siempre: ducha, paseo, cama. He dormido taaaan agusto esta noche, que ni me he levantado para ir a saludar a mi amo cuando se iba a trabajar.

Nos encanta ir juntos a la playa, de hecho mis amos no van sin mí, y estoy segura de que si la tuvieramos más cerca iríamos más. Deberían haber más playas para perros, con el éxito que tiene Playacan, seguro que triunfan. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario