martes, 18 de agosto de 2015

Escapada I de 2014: Vall de Laguar

Destino: Vall de Laguar (Alicante)
Precio camping: 16€/noche (ACSI)
Duración: Fin de semana, del 13 al 15 de Junio de 2014.

Buscábamos un camping de montaña, equilibrio entre lo más verde y lo más cerca posible, pero además queríamos ACSI. Y elegimos el camping Vall de Laguar.

Salimos después del trabajo y llegamos sobre las 19h. Era la primera vez que plantábamos la caravana en un camping, y estábamos muy ilusionados. Recuerdo que no llevábamos nivel y a mi ama se le ocurrió utilizar un vaso con agua (y funcionó!). También fue la primera vez que usamos el toldo que iba con la caravana, un caravanstore muy apañado del que hace tiempo que quedamos totalmente enamorados.


Ya que lo cuento, tendré que contarlo todo, y es que era la primera vez que dormía en la caravana. Para mí era todo muy extraño, y la verdad es que estaba superemocionada con el viajecito, así que me pasé la noche taconeando: que si me acercaba a controlar que mis amos estuvieran vivos, que si me llamaba la atención el olor del producto del wc (ellos no lo notan, pero se olvidan que mi olfato es más fino), que si me parece escuchar un gato rondando por fuera, que si el sonido de los árboles... vamos, que iba de aquí para allá con el sonido característico de mis patas. 

Mi amo durmió como un lirón pero a mi ama, pobrecilla, apenas la dejé dormir.

Esa mañana fue cuando mi amo admitió que estaba embrujado. Hacía meses que no dormía tan agusto, y tenía que admitir que la comodidad no estaba reñida con el camping.

No teníamos ningún plan en mente, y a media mañana fuimos a recepción a ver qué nos recomendaban. Fuimos a Fontilles a pie por una senda de montaña que es casi toda sombreada. Dimos una vuelta por allí, almorzamos en una sombra, compramos un par de bolis, y volvimos al camping pero por carretera. Mala idea. Mi ama acabó quemada por el sol.

En cuanto llegamos al camping, se pusieron el bañador y se fueron a la piscina. A mí me dejaron atada, suerte que mi parcela estaba muy cerca de la piscina y les oía, pero no tardaron mucho, estaban muy agusto pero no querían dejarme sola mucho rato.

Después de comer nos fuimos a Les Fonts de L'Algar por la carretera de montaña (1h). Mi ama se dió cuenta, antes de ir, de que no había cogido ninguna cámara de fotos, solo llevaba la cámara del movil. Rarísimo en ella, creo que fue por la emoción.

Pagamos 2€ de parking y 4€ por persona para entrar. Fuí la última perra de la temporada, ya que a partir del día 15 ya no dejaban entrar a los perros. De todas formas, no me dejaron nadar, pero por lo menos pudimos entrar, porque no lo hubieran hecho sin mí. 

En el camino de acceso, había unas chicas haciendo fotos a la gente que entraba, y aunque a mis amos no les gusta eso, se dejaron hacer.

Lo más pesado son las escaleras que hay al principio del recorrido, yo iba cagada de miedo, la verdad, no me hace mucha gracia todo lo que tenga agujeros, ni una rejilla soporto. Luego el camino es agradable y cómodo. Hay varios sitios para nadar, nosotros primero fuimos a conocerlos todos, y luego elegimos el "Toll del Baladre". El agua, me dijeron, estaba muy fría, pero una vez dentro se estaba muy bien.

Estuvimos algo más de una hora y a la salida nos dieron una sorpresa las chicas de las fotos. Habían hecho varias cosas con la foto que nos hicieron, mi amo se tronchaba de risa con un llavero, yo no sabía qué tenía de gracioso hasta que ví que era yo. Le gustó tanto que lo compró (5€) y lo pusimos con las llaves de la caravana como recuerdo de nuestra primera escapada.
 

Para cenar, mi amo quería hacer barbacoa, pero estábamos en alerta de incendios y no se podía. Luego, durante la cena, se le rompió la silla, eran malas y estaban viejas ya, pero con la compra de la caravana no nos llegaba para sillas, mesa, cocina, suelo... Íbamos con lo que teníamos y de prestado.

De nuevo llegó la noche, mis amos confiaron en que me había cansado lo suficiente, pero se equivocaron. Me pasé la noche de arriba a abajo sin dejar dormir a mi ama. 

La mañana siguiente la pasamos haciendo el perro, sobre todo yo, que no hice otra cosa que dormir. 

Preguntamos si podíamos salir después de comer y nos dijeron que no había ningún problema, cuando quisiéramos. Recogimos sin prisa y a media tarde ya estábamos en casa con síndrome post vacacional. 

El camping nos gustó mucho, fue muy buena elección para nuestra primera salida con la caravana, pequeño y acogedor, y con muy buena piscina.

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