jueves, 20 de agosto de 2015

Escapada III: Alcalà de la Selva (Teruel)

Destino: Alcalà de la Selva
Precio camping: 24'5€/noche
Duración: Fin de semana, del 22 al 24 de Agosto.


Habían pasado dos meses desde la anterior escapada. Mientras tanto, mi ama se había ido a ver a su hermana a Londres por primera vez, viaje que os contaré aunque yo no estuve en pelos y patas pero sí al otro lado del skype.

Teníamos mono de caravana y de fresquito, necesitábamos un destino de los que más nos gustan, y nos decantamos por el Camping Los Álamos en Alcalà de la Selva (aunque en realidad el camping está junto a Virgen de la Vega.), porque además por esas fechas no hay campings a precio ACSI y este no entra.

Salimos el viernes 22 a las 13h y llegamos a las 15:30h, pero hasta las 16h no abrían recepción. Dimos un paseo por el camping pensando cual sería el mejor sitio para acampar, pero la verdad es que no encontramos ninguno que nos gustara. Cuando abrieron, pagamos 20€ de fianza por el mando de la barrera y una clavija para la luz, y nos acompañó a elegir sitio.

A las 19h, después de montar y limpiar, mis amos recordaron que no habían comido y picotearon algo. Yo no sé qué les pasa cuando salen de camping que se les olvida comer o comen tarde, algo falla. 

Por fín, llego la hora del paseo. Paseamos por Virgen de la Vega y por Alcalà de la Selva, pueblos en los que mis amos habían estado hace años en excursiones del colegio pero que apenas recordaban.

Con el atardecer fue llegando el fresquito, lo que no esperábamos era tener que cenar dentro de la caravana, qué maravilla! Nos acostamos pronto, ellos con el nórdico, pero dejaron dos ventanas un poquito abiertas y hacía frío. Mi ama durmió fatal, pero porque mi amo roncó muchísimo y como no me dejaba dormir, yo me entretenía paseando. Se enfadó tanto que me amenazó con dejarme dormir fuera cuando montáramos el avance, y la siguiente noche cubrió el suelo con mis toallas y las pegó con cinta americana. Con mi amo no pudimos hacer nada.

Al día siguiente nos fuimos de compras a las tiendas outlets de la zona de Mora de Rubielos, pero tampoco es lo que era hace unos años. Y por la tarde cogimos el coche y nos fuimos a Valdelinares, a las pistas y a ver el municipio más alto de España. 

Para cenar, torramos embutido turolense, bueníiiisimo (mi ama no me ha visto, pero he pillado un cacho de longaniza que estaba pa'morirse). 

Hay que ver el frío más rico que hace en este sitio, es lo mejor del camping. Pero frío, no fresquito, que por el día hace un calor muy cómodo de llevar, pero por la noche hace un frío buenísimo. Vamos, que a la mañana siguiente no salimos de la caravana hasta media mañana, y porque había que recoger. 

Antes de las 16h ya estábamos listos para salir, pero hasta que no abrieran recepción para pagar no podíamos irnos. Los vecinos nos echaron una mano para sacar la caravana, ocasión que yo aproveché al máximo y me fuí corriendo a comerme la paella de los perros de al lado, que por suerte no estaban. Mis amos no daban crédito porque nunca he hecho nada semejante, pero ¿qué queréis que os diga? ¡No pude contenerme!

El camping no nos gustó demasiado, no tiene nada especial, pero si repetimos será porque la zona nos gusta y el fresquito nos encanta.

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